norte de SULAWESI

Manado

El establecimiento español en las Molucas posibilitó una posterior expansión en las regiones cercanas. Entre estos territorios destacaba la isla de Sulawesi (tradicionalmente conocida como gran isla de las Celebes o isla de Mateo). Cerca de Ternate, las autoridades españolas en Ternate, veían en Sulawesi una triple oportunidad:

política (firma de alianzas con los reinos locales)

económica (adquisición de alimentos)

religiosa (posibilidad de nuevas conversiones).

Manado, en la costa oeste era la población principal del norte de Sulawesi. Su amplía bahía y buen puerto natural conformaba la puerta de entrada para todas las embarcaciones procedentes de las Molucas

Fuerte de manado

Otras denominaciones: Manados, fuerte de la isla de Mateo


Ubicación:

En la población principal, cerca de la playa de Manado (fabricado en madera, no se conservan sus restos)

Cronología:

1617-1656 (de forma intermitente)


Características y hechos principales:


Fuerte hecho en madera en respuesta a la invitación del rey de Manado de establecerse en su capital.


Dotada de una pequeña guarnición formada por soldados y religiosos


En 1657 los holandeses se establecen de forma temporal en Manado. En 1665 consumada la evacuación española en las Molucas construyen el fuerte Amsterdam (un año después se hizo en piedra). Manado y Minahasa fue fruto de una intensa colonización holandesa durante los siglos posteriores

Minahasa, campos de arroz y estátua de Jesús, Manado, 2010.

minahasa / el interior

Desde el establecimiento en Manado los españoles pudieron acceder a los territorios del interior de Sulawesi. Durante casi todo el siglo XVII pequeñas expediciones españolas compuestas de soldados y religiosos visitaron y residieron temporalmente en algunas de sus poblaciones. Fue una tarea difícil. A diferencia de Ternate o Tidore, el norte de Sulawesi estaba lejos de conformar una unidad política con un poder centralizado. El territorio se componía de diferentes poblaciones (cada una controlaba el pequeño territorio que rodeaba su poblado principal) en continuo estado de guerra. Los españoles se sorprendieron de la violencia de los enfrentamientos con la vigencia de la tradición local de la decapitación del enemigo como principal trofeo de guerra (la cabeza enemiga como elemento de prestigio era colocada en el dintel de la puerta de la casa).

No obstante la necesidad de alimenticia de las Molucas obligaba a explorar soluciones en el norte de Sulawesi: los campos de arroz presentes en esta región fueron el principal atractivo de los europeos. Cada soldado español de los fuertes de las Molucas debía recibir una ración mensual de arroz que, aunque en su mayor parte era traído de la isla de Panay en Filipinas por medio del Socorro del Maluco, siempre era completado con el arroz traído de Sulawesi.

En el plano religioso, jesuitas y franciscanos procedentes de Ternate visitaron y se establecieron en la región, fundando iglesias y siendo objeto de martirio como los franciscanos. Al ser una región donde todavía no se había impuesto el islam (sus poblaciones conocidas por los españoles como alifuros conservaban sus tradiciones animistas) ofrecía nuevas oportunidades a los misioneros llegados a las Molucas.

Mapa holandés siglo XIX con las localidades visitadas por los españoles durante el siglo XVII. La toponimia de una de ellas (Kema) es de origen español (derivada de Las Quemas).
Diario del gobernador Padtbrugge, con vista del lago Tondano. La Haya, Nationaal Archief, Kaartcollectie Buitenland Leupe,

Tondano

El lago Tondano albergó la población más importante del norte de Sulawesi. Sus habitantes fueron firmes aliados de los españoles, manteniendo su alianza incluso después de que los españoles abandonaran las Molucas. La tradición oral de Tondano narra la existencia de un lider local, Muntu Untu, fruto de la unión de un español con una nativa del lago. También el gobernador holandés de las Molucas, gobernador, Robert Padtbrugge (1677-1682), describe la buena adaptación de sus habitantes a las costumbres españoles (monógamos y con peinado al modo español).

El jesuita Francisco de Miedes, quien se quedó en la región tras las salida española de 1663, alentó a los habitantes de Tondano a rebelarse contra las autoridades holandesas que desde su nuevo fuerte en Manado intentaban poner a la región bajo su control. Los jesuitas que residían en la cercana isla de Siao fueron una preocupación para los holandeses (hasta 1678 cuando lograron su expulsión de las Molucas).