Siglo XVI. 1ª mitad
La llegada española a la Especiería
LAS PRIMERAS EXPEDICIONES
la expedición de magallanes-elcano (1521)
La búsqueda de un acceso alternativo a las Molucas que evitase las tradicionales rutas fue una iniciativa ibérica. Mientras que los portugueses eligieron la circunnavegación de África, los españoles optaron por la aventura de atravesar el Atlántico. El inesperado encuentro de un nuevo continente en el camino, América, no detuvo tal aspiración, y, años después de 1492, se siguieron dando importantes pasos para alcanzar la ansiada "Especiería".
Para lograrlo fue fundamental la figura de Fernando de Magallanes. Su experiencia en Asia (estuvo presente en la conquista de Malaca de 1511 y tenía información de la llegada de su amigo Francisco Serrano a Ternate en 1512) hizo que a su vuelta a Europa, impulsase el proyecto de llegar a las Molucas por la ruta contraria a Portugal. Carlos I aceptó su propuesta basada en que las islas de las Especias, en virtud del Tratado de Tordesillas de 1494, se encontraban dentro de la demarcación española. Aunque para lograr llegar a ellas habría que acometer un nuevo desafío: encontrar un pasó marítimo que permitiese atravesar el continente americano. Conseguido este objetivo se podría navegar por el nuevo "mar del Sur" que separaba America de Asia. En 1513, Vasco Nuñez de Balboa había logrado cruzar el istmo de Panamá y avistar por primera vez el mar del Sur (el futuro océano Pacífico).
En 1515 para descubrir el paso marítimo del Atlántico al Pacífico zarpó desde España una expedición al mando de Juan Díaz de Solís que fracasaría en el actual río de la Plata. En 1519 partió de Sanlúcar de Barrameda la expedición comandada por Fernando de Magallanes que, a diferencia de la anterior, sí logró encontrar el ansiado paso (al que bautizó como "paso de Todos los Santos" , actual estrecho de Magallanes) y llegar al mar del Sur que años antes viera Núñez de Balboa, y al que bautizaron como Pacífico. Tras lograr navegar la inmensidad del nuevo mar (mucha mayor de la calculada por Magallanes) la expedición llegó a las actuales Filipinas, donde el portugués encontró la muerte en la isla de Mactán. Sus sucesores, Juan Sebastián Elcano y Gonzalo Gómez de Espinosa, al mando de la Victoria y la Trinidad, lograron continuar con la travesía y alcanzar, el 8 de noviembre de 1521, la isla de Tidore. En las Molucas fueron bien recibidos por el sultán de Tidore (quién buscaba en los españoles un nuevo aliado que le ayudase equilibrar el poder que su gran rival, el sultán de Ternate, había conseguido gracias a su alianza con los portugueses llegados años atrás).
Cargadas de clavo, las dos naves españoles pusieron rumbo a España aunque por caminos diferentes. Elcano al mando de la Victoria, en un épico viaje sin escalas, navegando por el Índico y remontando la costa occidental de África, consiguió alcanzar de nuevo España, en septiembre de 1522, convirtiéndose en el primer barco de la historia en lograr la circunnavegación de la tierra.
Gonzalo Gómez de Espinosa intentó retornar a América por el Pacífico. Pese a estar cerca de lograr dar con la corriente septentrional marítima (kuro-shivo) que le hubiera llevado de vuelta tuvo que volver a las Molucas, donde acabó siendo apresado por los portugueses y regresando a España años después siguiendo la ruta lusa.
TRATADO DE ZARAGOZA (1529)
En 1529 los monarcas Carlos I de España y Juan III de Portugal acordaron la cesión de los derechos sobre las Molucas en favor de Portugal. De esta forma se puso fin, de forma temporal, a las discusiones iniciadas a consecuencia del cálculo del establecimiento del supuesto antimeridiano derivado del Tratado de Tordesillas. Carlos I decidió sacrificar sus intereses en la Especiería para consolidar una paz con Portugal y poder centrarse en sus asuntos europeos. A cambió de su cesión obtuvo una compensación económica de 350.000 ducados de oro (de 375 maravedíes cada uno) con un derecho de compraventa futura (que nunca llegó a hacer efectivo).
la expedición de garcía JoFre de loaysa (1527)
La llegada del Elcano y la Victoria a España tuvo importantes consecuencias. Ademas de haber rentabilizado con creces el coste de la expedición gracias al clavo que se logró traer de Tidore, puso en marcha una nueva expedición, aún más ambiciosa, que salió de La Coruña (donde se creó la Casa de la Especiería, desde donde se quería gestionar lo que iba a ser el nuevo comercio entre España y la Especiería) en 1525 buscando seguir los pasos del a anterior, llegar a Tidore y dar continuidad a lo iniciado por Elcano (quien también formaba parte de la expedición).
Pese a conocer el camino, éste no iba a estar exento de dificultades. Naufragios, tormentas, enfermedades..., hicieron que de los siete barcos que partieron de La Coruna solo uno llegara a Tidore. De los 500 expedicionarios iniciales solo una cuarta parte de ellos alcanzó el destino final en 1527 (Elcano y García de Loaysa murieron por enfermedad durante la travesía del Pacífico).
La estancia en las Molucas tampoco fue fácil. La oposición militar portuguesa, consolidados desde su fuerte de Ternate gracias a la ayuda regular que recibían desde la India, convirtió a las Molucas en una escenario de guerra entre los ibéricos. Pese a la resistencia (liderada por Andrés de Urdaneta) y el apoyo de Tidore y Gilolo, tras varios años de resistencia, los españoles decidieron aceptar la oferta de lusa de cese de las hostilidades y regresar a Lisboa en barcos portugueses.
La llegada de las noticias de la cesión de Carlos I de sus derechos sobre las islas en favor de su homólogo portugués (Tratado de Zaragoza de 1529) hizo que los españoles aceptasen el final de su estancia en las islas.
la expedición de álvaro de saavedra (1528)
La tercera expedición española a las Molucas contó con un nuevo responsable y un nuevo puerto de salida: Hernán Cortés y la costa del Pacífico mexicano. El conquistador de México no dejó pasar el tiempo tras su conquista de la capital azteca, ya que tras su toma, envió a una expedición en búsqueda de un puerto en la costa del Pacífico mexicano donde poder fundar un astillero e intentar explorar las nuevas tierras al otro lado del Atlántico. Tras lograr el objetivo, y en respuesta a una petición de Carlos I de intentar la búsqueda de los superviviente de la expedición de Magallanes que se quedaron en las Molucas envió a su primo Álvaro de Saavedra Cerón al mando de tres barcos destino a la Especiería. La flota salió de Zihuatanejo el 31de octubre de 1527. Tras cinco meses de navegación, uno de los tres barcos consiguió llegar a Tidore con poco más de 30 efectivos y sumarse al centenar de españoles que allí resistían los ataques portugueses lanzados desde Ternate. Como luego veremos sus fracasos en encontrar la ruta de vuelta a México privó a los españoles de contar con una línea de refuerzos que posibilitara el establecimiento en las Molucas. En 1534, los españoles que todavía permanecían en las islas (fueron acogidos y ayudados por el el sultán de Gilolo), ante la llegada de las noticias de la firma del Tratado de Zaragoza decidieron aceptar la oferta lusa de regresar a España a través de la India. Uno de los últimos españoles en abandonar las Molucas fue Andrés de Urdaneta. Tras un largo viaje con escalas en Banda, Java, Malaca, Cochín y Santa Helena, llegó a Lisboa el 25 de julio de 1536, tras haber pasado ocho años en las Molucas, y en compañía de su hija Gracia (nacida de su relación con una mujer moluca). Su experiencia resultará vital para el futuro establecimiento español en las Filipinas.
la expedición de hernando de griJalva (1538)
Si el anterior intento guardaba relación con Hernán Cortés y México, la nueva expedición tuvo relación con Francisco Pizarro y el Perú. Hernando de Grijalva tras llegar a Perú procedente de México para llevar refuerzos que ayudasen a sofocar la rebelión de Manco Capac, decidió aventurarse en el Pacífico en demanda de las especias. Tras protagonizar la mayor navegación sin escalas hecha en el Pacífico, permaneciendo en el mar durante casi 10 meses y recorriendo una distancia de más de 20.000 kilómetros, los pocos supervivientes de la expedición acabaron en las costas del norte de Nueva Guinea, para acabar llegando exhaustos a las Molucas donde les esperaban los portugueses para finiquitar cualquier posibilidad de éxito en las islas. Los que finalmente consiguieron llegar a Tidore (Hernando de Grijalva no lo hizo al morir durante la travesía tras un motín de la tripulación) terminaron entregándose a los portugueses de las Molucas.
la expedición de lópez de villalobos (1542)
La última expedición que cerró esta primera etapa no tenía como destino las conocidas islas Molucas. El jefe de la flota, López de Villalobos comandó un proyecto promovida por Pedro de Alvarado y Antonio de Mendoza, el virrey de Nueva España. La flota de 6 naves y 400 hombres salió de Nueva España el 1 de noviembre de 1542 con el objetivo de encontrar nuevas islas de las especias que no estuviesen dentro de la demarcación portuguesa. Sin embargo el destino encontrado, la isla de Mindanao (a la que bautizaron como Cesárea Karoli), estaba lejos de resultar el lugar esperado. Sin alimentos ni especias pusieron rumbo a las Molucas para ser acogidos por los antiguos aliados: los sultanes de Tidore y de Gilolo.
En 1546 los supervivientes acabaran aceptando la oferta lusa de retornar a Europa a través de India. Villalobos no llegó a España al morir por enfermedad en la escala de Ambon (recibiendo la extrema unción del jesuita navarro Francisco Javier, quien se encontraba en la isla camino de Ternate procedente de Goa).
Su cuerpo descansa en algún lugar de la actual localidad de Nusaniwe.
Mientras tanto en las Molucas, el apoyo dado por Gilolo a los españoles le carreó fatales consecuencias. En represalia a esta ayuda portugueses y ternates arrasaron su capital y rebajaron su condición como uno de los reinos históricos de las Molucas
LOS INTENTOS DE TORNAVIAJE
Conseguido el primer objetivo de llegar a las islas de las Especias tras completar la travesía del Pacífico quedaba el siguiente desafío que resultó aún más complicado: encontrar el camino de vuelta a través del inmenso nuevo océano. El objetivo era fundamental para culminar con éxito las aspiraciones españolas en Asia, ya que de hacerlo se aseguraría un línea de suministros a través de la América española que posibilitaría el hacer frente a unos portugueses bien consolidados en las Molucas gracias a la flota anual que todos los años partía de Goa, para vía Malaca, llegar al fuerte luso de Ternate.
Gonzalo Gómez de Espinosa 1522
El primero en intentarlo fue el Gonzalo Goméz de Espinosa con la Trinidad uno de los dos barcos de la expedición de Magallanes llegados a Tidore el 8 de noviembre de 1521. Mientras Elcano partió con la Victoria destino a España y camino de lograr la primera vuelta al mundo, Gómez de Espinosa intentó el no menos arriesgado intento de volver a América (Panamá) a través del Pacífico.
El mal estado del barco, con grandes pérdidas de agua, y la falta de corrientes adecuadas hizo fracasar el intento. Tras casi ocho meses de navegación en los que llegaron alcanzar latitudes muy septentrionales, regrasaron a Ternate en noviembre de 1522. La recepción portuguesa no fue muy amistosa. Confiscado y hundido el barco (tras chocar con los arrecifes de la actual Kastela) los españoles fueron llevados presos a la India, para desde ahí acabar llegando a Lisboa, completando la vuelta al mundo más de cinco años después de que lo hiciera Elcano.
Álvaro de Saavedra 1528 + 1529
Álvaro de Saavedra tras ser el primer navegante en lograr cubrir el trayecto en México y Molucas fracasó en lograr hacerlo en sentido contrario. Lo intentó en dos ocasiones, ya que una de las órdenes directas que le dio de jefe y familiar Hernan Cortés era que logrado el objetivo de llegar a las Molucas debería hacerse con semillas y muestras de clavo para traerlas de vuelta a México e intentar transplantar la preciada especie en tierras americanas.
El primer intento fracasó por culpa de los portugueses que llevaban presos en el barco. El segundo, donde encontró la muerte, se debió al no dar con las propicias corrientes que le permitieran el regreso
Hernando de Grijalva /Esteban de castilla 1537
La desgraciada expedición de Grijalva también, comprobando la dificultas de llegar a la Especiería y preocupados por la falta de alimentos intentaron regresar a América navegando hacia latitudes septentrionales. Tanto Grijalva como su sucesor, Esteban de Castilla, tampoco lograron dar con la ansiada corriente de regreso acabando recalando en la costa norte de la actual isla de Nueva Guinea.
BERNARDO DE LA TORRE 1543
Uno de los barcos de la expedición de López de Villalobos al mando de Bernardo de la Torre lo intentó antes de llegar a las Molucas, haciéndolo desde su primer destino en Asia: Mindanao. Pese a fracasar, de la Torre, consiguió regresar a Tidore para sumarse a los españoles que resistían los ataques lusos desde Ternate.
Ínigo Ortiz de Retes 1545
El último intento de la primera mitad del siglo XVI también fue llevado a cabo por uno de los miembros de la expedición de Villalobos. La situación en las Molucas era muy complicada y exigía conseguir llegar a México para poder enviar refuerzos que permitiesen seguir apoyando a los monarcas aliados de Tidore y Gilolo. Otra vez, como en los anteriores, el Pacífico se mostraba cruel y no proporcionaba los vientos necesarios para lograrlo. No obstante gracias a esta expedición la segunda isla más grande del mundo fue bautizada con el nombre de Nueva Guinea (por la semejanza de sus habitantes, a ojos de los españoles, con los habitantes de la Guinea africana)